Con motivo del 75 aniversario de las relaciones diplomáticas entre España y Corea del Sur, esta primavera se inaugura en el Art Sonje Center de Seúl una gran exposición de arte contemporáneo español. Sueños lúcidos, comisariada por Chus Martínez y coproducida por TBA21 Thyssen-Bornemisza Art Contemporary y Art Sonje Center, en colaboración con el Ministerio de Cultura, Acción Cultural Española (AC/E), AECID y la Embajada de España en la República de Corea, reúne a diez importantes artistas españoles cuyas obras resuenan más allá de fronteras, culturas y urgencias ecológicas. Sueños lúcidos construye un diálogo entre dos naciones geográficamente distantes pero culturalmente afines: ambas son penínsulas con profundas historias marítimas, transiciones industriales y relaciones profundas con sus paisajes rurales. Esta muestra pone el foco en trayectorias comunes de modernización, transformación ecológica y reinvención cultural.
La exposición, que abarca escultura, vídeo, instalación y performance, presenta un poderoso retrato del panorama artístico español contemporáneo, al tiempo que ofrece un espacio de conexión con la experiencia cultural coreana.
La exposición se nutre de la reconocida colección TBA21 y explora temas como el folclore, la historia oral, el trauma ecológico y la memoria colectiva. Los artistas presentados, muchos de los cuales pertenecen a una generación comprometida con la justicia ecológica, social y de género, ven el arte como un catalizador para la regeneración, la reconexión y la reparación. Sus obras proponen temporalidades alternativas, donde lo geológico y lo histórico coexisten con lo mítico y lo imaginado.
En el corazón de Sueños lúcidos resuena un diálogo entre la comunidad artística contemporánea española y el contexto cultural coreano, una resonancia que se hace más profunda a través de los temas compartidos de la muestra: geografías costeras, transformación urbana, precariedad ecológica y la ignorada sabiduría de las tradiciones rurales.
Cristina Lucas presenta mapas bordados pertenecientes a su serie Tufting, donde cada puntada traza una contra-narrativa visual sobre los estragos de la guerra aérea y las divisiones ideológicas, estableciendo un potente paralelismo entre los legados de la Guerra Civil Española y la Guerra de Corea.
Regina de Miguel, en su monumental vídeo Nekya: A River Film, nos introduce en las mitologías, heridas y silencios del paisaje minero de Riotinto, en el sur de España, desde donde proyecta futuros especulativos marcados por nuevas formas de extractivismo interplanetario.
Asunción Molinos Gordo recupera saberes campesinos a través de esculturas cerámicas y registros audiovisuales que ponen en valor sistemas de observación meteorológica tradicionales, como las cabañuelas, reivindicando al agricultor como agente cultural y ambiental en tiempos de crisis climática.
Diego Delas, con sus grandes lienzos impregnados de vino, té y aceite de linaza, despliega un lenguaje simbólico que bebe de la arquitectura vernácula y los rituales domésticos, evocando una memoria colectiva rural cargada de misterio.
Belén Rodríguez, por su parte, construye una poética del cuidado y la lentitud mediante textiles tejidos con materiales reciclados y pigmentos naturales recolectados en el entorno que habita, acompañados de imágenes que documentan el proceso como acto vital.
Por su parte, Teresa Solar Abboud trabaja en el umbral entre lo orgánico y lo industrial, y sus esculturas —inspiradas en formas marinas, herramientas de perforación o criaturas míticas— plantean una reflexión sobre la transformación interior y el vínculo con la tierra como cuerpo.
Las propuestas de Claudia Pagès, Daniel Steegmann Mangrané y Álvaro Urbano activan el espacio desde lo performativo, lo arquitectónico y lo simbólico: desde la danza filmada en antiguas cisternas romanas hasta instalaciones que rinden homenaje a la memoria poética de figuras como García Lorca y Barragán.
Finalmente, Irene de Andrés recupera el río Manzanares de Madrid —hoy marginado y contaminado— como un espacio de resistencia, recuperación ecológica y memoria urbana, a través de un ensayo audiovisual que entrelaza pasado y presente.
En conjunto, estos artistas configuran una nueva ola del arte contemporáneo español, marcada por un enfoque transdisciplinar, una conciencia ecológica aguda y una apuesta decidida por narrativas poéticas como herramienta de conocimiento y transformación. Su presencia en Seúl no solo representa un gesto de diplomacia cultural, sino también una declaración curatorial que sitúa al arte como un espacio de conexión, imaginación y construcción de futuros compartidos.
Además de una exposición, Sueños lúcidos se configura como un ejercicio de aprendizaje mutuo entre las comunidades artísticas de España y Corea del Sur que busca generar relaciones duraderas entre creadores, comisarios y espacios de ambos contextos. Por un lado, la muestra está acompañada de un sólido programa de actividad multidisciplinar abierto al público que tiene lugar el fin de semana inaugural (10 y 11 de mayo). Entre las actividades previstas, se encuentra una mesa redonda con los artistas Belén Rodríguez, Asunción Molinos Gordo, Diego Delas y Daniel Steegman Mangrané; la proyección de Nekya, una película-río, con un encuentro posterior con la directora de la película, Regina de Miguel; y una performance de Claudia Pagès.
Por otro, el interés de TBA21 por impulsar el arte como herramienta de conexión transnacional y pensamiento crítico compartido se amplía con un visiting program intensivo, que incluye encuentros profesionales, visitas institucionales y espacios de diálogo diseñados para propiciar conexiones entre agentes del ecosistema artístico coreano y los participantes españoles. A través de este dispositivo, la Fundación TBA21 Thyssen-Bornemisza Art Contemporary refuerza su compromiso como institución internacional con sede en España, dedicada a acompañar y proyectar el trabajo de artistas españoles en el contexto internacional, generando plataformas sostenibles de visibilidad, intercambio y colaboración.
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La visión curatorial de TBA21 y sus relaciones a largo plazo con artistas españoles reflejan su compromiso con el arte como catalizador del cambio en todos los continentes, medios y públicos. Chus Martínez ahonda en la pertinencia de la exposición: “En un momento donde la geopolítica se ha convertido en juego de antagonismos, es importante aprender a relacionar contextos que nunca se presentan como “comparables“. ¿La razón? Poder ver el mundo en su conjunto. Nunca creímos que viviríamos un embate anti-globalizador por las razones que ocupan los medios a diario. De ahí, que la mejor forma de “celebrar“ las relaciones bilaterales sea una exposición. Un lugar donde la experiencia de lugares y culturas muy distintas se presenta como similar, posible, futura, cercana. Una exposición es un frente negociador, en otras palabras”.
El aniversario se celebra en los dos sentidos, y la presencia de artistas coreanos en España en diferentes proyectos durante los próximos meses es una oportunidad para seguir construyendo un futuro compartido, que requiere mucha generosidad e imaginación.
Co-producida por TBA21 Thyssen-Bornemisza Art Contemporary y Art Sonje Center.
En colaboración con el Ministerio de Cultura de España, Acción Cultural Española (AC/E), AECID y la Embajada de España en la República de Corea.