Sin título *14, *24, *25, *27, *29, *36, 2005-2007
Haris Epaminonda, Untitled *29, 2005-2006, Thyssen-Bornemisza Art Contemporary Collection, Photo: Courtesy Domo Baal Gallery, London
Haris Epaminonda, Untitled *14, 2005-2006, Thyssen-Bornemisza Art Contemporary Collection, Photo: Courtesy Domo Baal Gallery, London
Haris Epaminonda, Untitled *24 and *25, 2005-2006, Thyssen-Bornemisza Art Contemporary Collection, Photo: Courtesy Domo Baal Gallery, London
Haris Epaminonda, Untitled *36 and *27, 2005-2006, Thyssen-Bornemisza Art Contemporary Collection, Photo: Courtesy Domo Baal Gallery, London
Collection
Sin título*14, 2007
Collage
14,5 x 19 cm
Sin título*24, 2007
Collage
30,2 x 20,1 cm
Sin título*25, 2007
Collage
30,1 x 19,6 cm
Sin título*27, 2007
Collage
25 x 16,6 cm
Sin título *29, 2007
Collage
149 x 249 cm
Sin título*36, 2007
Collage
264 x 171 cm
Objetos encontrados e imágenes de archivo pueblan la obra de Haris Epaminonda, que a menudo se despliega como un proceso que ensambla, monta e integra a modo de collage estos materiales a través de vídeos, instalaciones y obras sobre papel. En lugar de explotar la nostalgia hacia el pasado, Epaminonda reordena fragmentos de historia en nuevas constelaciones, demostrando que la ambigüedad y el alcance de estos fragmentos pueden servir para generar memoria e historia.
Compuestos por imágenes procedentes de libros y revistas de las décadas de 1940, 1950 y 1960, los ensamblajes de la serie Sin título parecen dar vida a estos materiales en lugar de apropiárselos sin más. Cada obra de la serie abre múltiples relatos sin proporcionar soluciones ni finales. La línea de sutura entre un fragmento y otro crea una sutil sensación de incomodidad y de tensión entre mundos diferentes. Al inaugurar una mirada prismática a través de la difracción, Epaminonda invoca formas de ver y narrar que acepten la simultaneidad. Este modo de abordar las imágenes anula la atención sobre un único elemento e invita a considerar múltiples temporalidades, localizaciones y subjetividades a la vez. «Intento trabajar con la esencia de la imagen. Creo que algunas imágenes contienen algo capaz de descolocarnos, un giro. El poder de las imágenes consiste en arrojarnos a un desierto donde debemos encontrar nuestro propio camino. Exigen algo de nosotros», dice la artista. Por ello, en la obra de Epaminonda, el archivo ostenta un potencial que puede ser troceado y reconfigurado para reunir distintas realidades en un único plano.
Collage
14,5 x 19 cm
Sin título*24, 2007
Collage
30,2 x 20,1 cm
Sin título*25, 2007
Collage
30,1 x 19,6 cm
Sin título*27, 2007
Collage
25 x 16,6 cm
Sin título *29, 2007
Collage
149 x 249 cm
Sin título*36, 2007
Collage
264 x 171 cm
Objetos encontrados e imágenes de archivo pueblan la obra de Haris Epaminonda, que a menudo se despliega como un proceso que ensambla, monta e integra a modo de collage estos materiales a través de vídeos, instalaciones y obras sobre papel. En lugar de explotar la nostalgia hacia el pasado, Epaminonda reordena fragmentos de historia en nuevas constelaciones, demostrando que la ambigüedad y el alcance de estos fragmentos pueden servir para generar memoria e historia.
Compuestos por imágenes procedentes de libros y revistas de las décadas de 1940, 1950 y 1960, los ensamblajes de la serie Sin título parecen dar vida a estos materiales en lugar de apropiárselos sin más. Cada obra de la serie abre múltiples relatos sin proporcionar soluciones ni finales. La línea de sutura entre un fragmento y otro crea una sutil sensación de incomodidad y de tensión entre mundos diferentes. Al inaugurar una mirada prismática a través de la difracción, Epaminonda invoca formas de ver y narrar que acepten la simultaneidad. Este modo de abordar las imágenes anula la atención sobre un único elemento e invita a considerar múltiples temporalidades, localizaciones y subjetividades a la vez. «Intento trabajar con la esencia de la imagen. Creo que algunas imágenes contienen algo capaz de descolocarnos, un giro. El poder de las imágenes consiste en arrojarnos a un desierto donde debemos encontrar nuestro propio camino. Exigen algo de nosotros», dice la artista. Por ello, en la obra de Epaminonda, el archivo ostenta un potencial que puede ser troceado y reconfigurado para reunir distintas realidades en un único plano.
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Nacida en Nicosia, Chipre, en 1980. Vive en Berlín, Alemania.